Beber alcohol durante el embarazo afecta a la estructura del
cerebro de los niños
Fuente : ABC. es | 26/11/2012
Los niños que han estado expuestos al alcohol durante
el desarrollo fetal presentan cambios en la estructura
cerebral y el metabolismo, visibles mediante diversas técnicas de
imagen, según un nuevo estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad
Radiológica de Norteamérica (RSNA, en sus siglas en inglés).
Así, el consumo de esta sustancia por
parte de mujeres embarazadas puede causar Problemas en el desarrollo mental y
físico de sus hijos, conocido como síndrome de alcoholismo fetal. Las
investigaciones sugieren una incidencia de 0,2 a 1,5 por cada 1.000 nacidos
vivos, según el Centro estadounidense para el Control y Prevención de
Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés). Se estima que los costos de la
atención de las personas afectadas por el síndrome de alcoholismo
fetal en Estados Unidos pueden alcanzar los 4.000 millones de
dólares al año (más de 3.000 millones de euros).
El grupo de estudio incluyó a 200 niños
que estuvieron expuestos al alcohol durante la etapa fetal y 30 niños cuyas
madres no bebieron durante el embarazo o durante la lactancia. Los
investigadores utilizaron resonancia magnética para evaluar el tamaño y la
forma del cuerpo calloso, el haz de fibras nerviosas que forman el enlace de
comunicación principal entre las mitades derecha e izquierda del cerebro, en
los dos grupos.
Los resultados de las imágenes de
resonancia magnética (IRM) mostraron un adelgazamiento estadísticamente
significativo del cuerpo calloso en los niños expuestos al alcohol en
comparación con el otro grupo. «Estos cambios están fuertemente asociados con problemas
psicológicos en los niños», dijo Andrzej Urbanik, presidente del
Departamento de Radiología de la Universidad Jagiellonian en Cracovia
(Polonia).
El doctor Urbanik y sus colegas también
utilizaron imágenes ponderadas en difusión (DWI) para estudiar seis áreas del
sistema nervioso central en los niños, que correlacionan el proceso de difusión
de agua y puede ser un medio más sensible que la resonancia magnética
tradicional para detectar anormalidades en el tejido.
Los niños en el grupo de alcohol mostraron
aumentos estadísticamente significativos en la difusión de DWI en comparación
con los otros niños, lo que indica trastornos neurológicos o daños en el tejido
cerebral. Asimismo, los investigadores utilizaron espectroscopia de protones
(hidrógeno) por resonancia magnética (HMR), cuyos resultados mostraron una
colección compleja de cambios metabólicos. «En cada caso, encontramos un alto
grado de cambios metabólicos que son específicos para determinados lugares
dentro del cerebro», concluyó Urbanik.